lunes, 9 de noviembre de 2009

¿Estás fuera o dentro?

Eso es lo que me pregunté esta mañana mientras venía a trabajar.
Vivo en Lanzarote, y trabajo en Arrecife. Esta mañana mientras venía por la LZ1 antes de las 08:00, ya el sol asomaba por encima de los bajos edificios lanzaroteños (estamos en horario invernal, en verano aún es de noche cuando llego al trabajo), y en el cielo pululaban ya las gaviotas yendo de aquí para allá, aparentemente sin decidirse por ningún destino concreto. El cielo estaba teñido de varias tonalidades de amarillo, blanco y azul en una combinación que junto a las aves daba un aspecto melancólico y muy hermoso, lo cual contrastaba -en mi opinión- con mi situación (Lunes yendo a trabajar...) y me hizo salir de mis pensamientos.
Durante un rato de esos mágicos contemplativos me quedé embelesado ante esa belleza viviente y fugaz, y fué entonces cuando me di cuenta:
¿Porqué no serán todos los momentos así? ¿porqué no estaré siempre "online" con el mundo que me rodea?
La respuesta vino casi automáticamente:
Por el mismo motivo que me estoy preguntando esto mismo: Porque una y otra vez la atención de la mente está "vuelta hacia dentro" hacia mis propios pensamientos y reflexiones.
¡Entonces, Diossss cuánto me estoy perdiendo!! (otra vez la atención hacia adentro, las gaviotas ya habían pasado)

Así que me hice un propósito. Estar más pendiente de mi alrededor.
¿Cómo?
Concentrando mis sentidos en ello. Oido, olfato, vista, tacto...conscienteme e insistentemente, una y otra vez, (digo yo, si soy compulsivo para algunas cosas, podré serlo para esto también ¿no?).
Pues eso.

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