El hombre insignificante lo teme todo
Teme la vida, teme la muerte
Teme al amor y teme el rechazo
El hombre insignificante se teme a sí mismo, no se mira al espejo
El hombre insignificante sufre al recibir amor, piensa que es un error
El hombre insignificante no tiene fuerzas para odiar, sólo puede llorar
¿Qué puede hacer el hombre insignificante salvo existir? No le queda otra. Observar atónito como se suceden los días y sigue aún aquí, a pesar de su insignificancia.
Y en el fondo de su corazón siente una insignificante chispa de alegría, enmedio del temor.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)